Puesto | Comunidad Autónoma | Nominal (€) 200922 | Nominal (€) 2008 | Nominal (€) 2006 | Nominal (€) 2004 | PPA (€) 2004 |
1º | País Vasco | 30.703 | 31.952 | 28.346 | 24.509 | 26.975 |
2º | Comunidad de Madrid | 99999 | 30.998 | 28.850 | 25.818 | 28.416 |
3º | Navarra | 29.598 | 30.402 | 27.861 | 24.761 | 27.252 |
4º | Cataluña | 26.831 | 27.914 | 26.124 | 23.533 | 25.900 |
5º | La Rioja | 24.754 | 25.621 | 23.495 | 21.370 | 23.520 |
6º | Aragón | 24.639 | 26.107 | 23.786 | 20.984 | 23.095 |
7º | Islas Baleares | 24.510 | 25.838 | 24.456 | 22.332 | 24.579 |
8º | Cantabria | 23.343 | 24.466 | 21.897 | 19.156 | 21.084 |
9º | Castilla y León | 22.314 | 23.183 | 21.244 | 18.533 | 20.398 |
10º | Ceuta | 22.208 | 22.293 | 20.171 | 17.654 | 19.430 |
11º | Principado de Asturias | 21.523 | 22.443 | 19.868 | 16.995 | 18.705 |
12º | Melilla | 21.250 | 21.570 | 19.929 | 17.178 | 18.906 |
13º | Comunidad Valenciana | 20.259 | 21.366 | 20.239 | 18.340 | 20.185 |
14º | Galicia | 19.995 | 20.572 | 18.335 | 15.284 | 17.416 |
15º | Canarias | 19.867 | 20.994 | 19.924 | 18.126 | 19.950 |
16º | Región de Murcia | 18.619 | 19.541 | 18.400 | 16.481 | 18.140 |
17º | Andalucía | 17.485 | 18.359 | 17.251 | 15.154 | 16.679 |
18º | Castilla-La Mancha | 17.208 | 18.222 | 17.339 | 15.456 | 17.011 |
19º | Extremadura | 16.301 | 16.714 | 15.054 | 13.101 | 14.419 |
Media España | 22.886 | 23.874 | 22.152 |
2008–2010: Los efectos de la crisis económica global
Crecimento medio anual del PIB en España durante la última década, los datos han sido tomados de las publicaciones del INE.
Artículo principal: Crisis económica española de 2008
Desde la crisis de principios de los 90, la economía española ha recorrido un largo período de crecimiento, constituyéndose una larga etapa expansiva, sin embargo a partir del año 2008 al igual que la zona Euro, la economía española sufre una caída de sus índices macroeconómicos, dando paso a un período de recesión que según el Gobierno y otras instituciones se estima durará hasta el año 2011 durante el cual se prevé de nuevo una tasa de crecimiento del PIB positiva.
El origen de esta caída es una combinación de problemas estructuras propios de la economía española y también por la fuerte influencia externa de la crisis mundial de liquidez. En la parte doméstica destacan principalmente el exagerado peso del sector de la construcción en el PIB y la burbuja inmobiliaria que explota finalmente entre el año 2007 y 2008, y la baja productividad y competitividad española debido en gran medida al limitado I+D+i y relativamente bajo uso de tecnología de punta en comparación con otros países avanzados.
Esta etapa fue originada principalmente por la contención de crédito bancario provocada por la crisis subprime en EEUU, las subidas del tipo de interés y el alza en los precios del petróleo y materias primas, que en España acaban por convertir una ralentización del sector de la construcción en una grave crisis por la rapidez con la se producen estos cambios.
Por otra parte esta crisis desencadenaría la crisis financiera de 2008 que según muchos autores sería la primera crisis económica global (algunos autores consideran que lo fue el llamado Efecto Tequila en los años 90) y que se califica de manera prácticamente unánime como la crisis económica más grave desde la segunda guerra mundial.
En España el sector financiero resiste en general mejor a la situación del mercado gracias a la excelente regulación del sector financiero español, (menos neoliberal que en otros países) que lleva a una menor exposición a los activos toxicos derivados de las hipotecas subprime. Debido a dos crisis bancarias desde los años 80, el Banco de España obligó a acumular colchones de capital durante el auge, con lo cual no ha habido una gran ayuda gubernamental.14 Sin embargo, la población sufre duramente los efectos de la crisis, ya que España es uno de los países con mayor número de hipotecas, las cuales en España se referencian casi en exclusiva a tipos variables basados en el Euribor, el cual se dispara a consecuencia de la crisis de liquidez en el mercado interbancario.
En el segundo trimestre de 2009, el PIB tuvo el mayor retroceso - una variación anual del 4,2% - desde que el Instituto Nacional de Estadística comenzó a compilar el indicador en 1970; el tercer trimestre es además el quinto trimestre consecutivo de descenso económico.
Con especial dureza la crisis en España se manifiesta, entre otras cosas, con una tasa de paro del 20,05% en el primer trimestre de 2010 según los datos delINE. Esto contrasta con el conjunto de la UE-27, en el cual el desempleo también se incrementó hasta el 9,6%, la mayor tasa desde el comienzo de la serie histórica en enero de 2000. Dañado el motor de la economía antes de la crisis, el sector de la construcción, y una fuerte acumulación de deuda, se hace patente la debilidad estructural del modelo económico español de los últimos años. No obstante, se prevé que España muestre un progresivo proceso de crecimiento en todos los sectores, una recuperación particularmente lenta y difícil, que consolidando las fortalezas internas, como son un sector financiero eficiente y un empresariado que sabe conquistar mercados, pueda interactuar adecuadamente con las grandes competencias globales.
La economía de España, al igual que su población, es la quinta más grande de la Unión Europea (UE) y en términos absolutos la duodécima del mundo.7 En términos relativos o de paridad de poder adquisitivo, se encuentra también entre las mayores aunque algo más abajo (ver Anexo:Países por PIB (PPA)).
Desde la crisis de principios de los 90, la economía española recorrió una década de crecimiento, constituyéndose una sostenida etapa expansiva. Sin embargo a partir del año 2008 la economía sufre una disminución de sus índices macroeconómicos, dando paso a un largo período de recesión, que ha durado tres años 2008-2010. Esta etapa fue originada principalmente por la especulación de la etapa anterior, la burbuja inmobiliaria, la contención del crédito bancario tras una década de concesión de créditos descontrolada, subidas del tipo de interés y el alza en los precios del petróleo. [cita requerida]
Aunque previamente ya había diversos índices que mostraban síntomas de desaceleración, los daños se vieron reflejados en la economía a partir de enero de 2008, con la crisis bursátil junto a los problemas en el sector inmobiliario. Todo ello unido a un marco inflacionista, de subidas de precios de los carburantes y de los productos alimenticios principalmente, en lo que ha venido a denominarse la crisis económica de 2008. No obstante, las previsiones a mediano plazo en cuanto a las fortalezas competitivas, señalan una lenta y difícil recuperación.8
1939 – 1959 : La posguerra y la Autarquía
[editar]Posguerra y autarquía
Artículo principal: Economía de España durante la autarquía franquista
El 1 de abril de 1939 acabó la Guerra Civil Española con la victoria del bando sublevado, liderado por el general Franco, que sería jefe de Estado desde 1939 hasta su muerte, en 1975. Tras tres años de guerra, el panorama del país era desolador:
Muchos españoles o habían muerto en la guerra o se habían exiliado (especialmente a Francia y México), con lo cual la población había disminuido.
Las infraestructuras y las ciudades habían sufrido grandes estragos a causa de los bombardeos.
Existía una gran escasez de víveres que provocó que una buena parte de la población sufriera hambre, pero también faltaban materias primas y bienes de equipo.
No había reservas de oro ni de divisas.
La capacidad productiva del país había disminuido mucho.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939 determinó que aún fueran mayores las dificultades para procurarse los suministros indispensables y las posibilidades de transporte marítimo quedaron seriamente limitadas, con lo que toda labor de reconstrucción económica quedó aplazada.
El gobierno implantó una política de autarquía, ya que la comunidad internacional había aislado a España económicamente (salvo la Argentina de Perón, que proveyó de carne bovina). Esto consiste en la búsqueda de la autosuficiencia económica con la intervención del Estado en la misma. El gobierno impuso un extenso sistema de controles estrictos e intervino en muchos aspectos de la vida económica del país. Entre los elementos sujetos a regulación figuraban los precios, el comercio exterior, las inversiones y la distribución de materias primas.
Los resultados obtenidos no fueron los esperados, sufriendo España en estos años un hundimiento de la producción agrícola e industrial, con una gran importancia del contrabando o estraperlo y la corrupción.9
El final de la guerra en 1945, no supuso una mejora de la situación de los problemas económicos de España. Los demás países europeos estaban tratando de resolver sus propios problemas y la escasez de alimentos y materias primas estaba extendida por toda Europa. España fue excluida por los Estados Unidos del plan Marshall para la recuperación de Europa y esto no hizo más que acentuar la crisis y el aislamiento de la economía española.
El crecimiento económico en la década de los cuarenta fue muy lento y estuvo acompañado de una inflación alta. En 1950 la economía todavía no había recuperado el nivel de producción de 1935.
[editar]Años cincuenta
Comparación del PIB per cápita nominal de España,Portugal y México, durante el siglo XX.10 11
Hacia los años 50, la situación económica española empezó a mejorar debido al cambio de las políticas económicas, un ejemplo del cambio fue la liberalización parcial de los precios y del comercio.9Algunos síntomas de esta mejora fueron el fin del racionamiento de la comida en 19529 y el hecho que en 1954 la renta media superase a la de 1935 (es decir, por fin la renta por habitante era superior a la del inicio de la guerra, 20 años antes).9
Desde 1951, los Estados Unidos de América en gran parte por intereses estratégicos y geopolíticos, apoyaron financieramente a España mediante créditos bancarios, debido a la Guerra Fría, pues el régimen de Franco, que anteriormente había sido visto como aliado del fascismo, era ahora visto como un aliado contra el creciente comunismo. Sin embargo, esta ayuda no era gratuita, Estados Unidos recibía a cambio privilegios militares en territorio español. Recordemos que mientras que el Plan Marshall con ingentes recursos financieros ayudó a levantar la industria de las naciones occidentales tras la Segunda Guerra Mundial tales como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón, en el caso de España se limitó sólo al ocasional y muy limitado envío de leche en polvo y queso enlatado. Al incrementarse la adquisición de suministros se produjo una expansión más rápida, al principio sin inflación, pero más adelante los precios comenzaron a subir y las reservas de divisas a disminuir. Esta situación llevó a Franco a crear un gobierno de tecnócratas a partir de 1957,9 que elaboraron y establecieron una nueva y planificada política económica en 1959, que pronto comenzó a mostrar signos positivos.9
Francisco Franco junto al Presidente norteamericano Eisenhower, en 1959
[editar]1959 – 1973 : Expansión y crecimiento
En 1959 el nuevo gobierno elaboró el Plan de Estabilización,9 que se marcaba como objetivo la estabilidad económica, el equilibrio de la balanza de pagos y el robustecimiento de la moneda, el plan supuso por una parte liberalización de la economía y por otra parte austeridad, recortar el gasto público, disminuir el grado de intervención del Estado en la economía y abrir la economía a las empresas e inversores internacionales.12 El plan tuvo un éxito inmediato para contener la inflación y rehacer las reservas de divisas,12 en contra el crecimiento se frenó desde 1958 hasta 1960, mientras se operaba el reajuste.
Con estos antecedentes el Gobierno español decidió elaborar un programa de desarrollo. Todas estas medidas tomadas provocaron una larga etapa de expansión económica conocida internacionalmente como el Milagro Español, que duró hasta la crisis del petróleode 1973.
En estos años, la industria ganó importancia en España, así como el sector terciario (un ejemplo es el turismo), provocado por este desarrollo industrial, los ciudadanos de las zonas rurales emigraron a las ciudades (principalmente hacia Madrid, Barcelona y Bilbao), creando suburbios dónde las condiciones de vida eran muy precarias. Esto causó una gran diferencia entre las regiones españolas,12pues las más industrializadas, caso de País Vasco, Madrid y Cataluña, estaban mucho más desarrolladas que otras donde este proceso había sido prácticamente irrelevante y continuaban con una estructura económica basada en el sector primario, como fue el caso de Extremadura.
[editar]1973 – 1986 : Crisis y cambios profundos
En 1973, todo el mundo occidental entró en una gran crisis económica llamada Crisis del Petróleo provocada por la negativa de los países productores a vender petróleo a los aliados deIsrael en la guerra del Yom Kippur (Estados Unidos y sus aliados europeos).
A la crisis económica internacional, hay que añadir la crisis política tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, cuando Juan Carlos I fue proclamado Rey de España. Éste nombró a Adolfo Suárez como presidente del Gobierno y con todos los partidos políticos se elaboró la Constitución de 1978, que introducía un sistema de monarquía parlamentaria.
A principios de 1977 los datos de la economía española mostraban sin lugar a dudas que se encontraba en una situación de depresión, caracterizada por un estancamiento de la actividad productiva, (crecimiento del PIB en 1976 1,5%), aumento del paro (más de 800.000 parados) y fuertes niveles de inflación (20%).
Dentro de esta coyuntura se firmaron los Pactos de la Moncloa, acuerdos sin precedentes en Europa, suscritos por el gobierno, partidos políticos, sindicatos y asociaciones empresariales, que supusieron un control de las disponibilidades líquidas, una devaluación de la peseta y el control de los salarios. Los resultados no fueron del todo satisfactorios, aunque significaron la unidad de los agentes económicos enfrentando la crisis.
Desde 1982 con la entrada del gobierno socialista se llevó a cabo una política económica marcada por el control de la inflación y la moderación salarial.
La consolidación del proceso democrático facilitó un proceso de acercamiento a Europa, que acabaría en 1986 cuando España ingresó en la Comunidad Económica Europea bajo la presidencia de Felipe González.
[editar]1986 – 2007: Dentro de Europa
Torre Agbar, Barcelona.
[editar]Incorporación a la Unión Europea
La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) el 1 de enero de 1986 aceleró y fortaleció el impulso económico iniciado. La entrada requirió que el país abriera su economía, con un fuerte incremento de la inversión extranjera en España y un impulso modernizador de la empresa española ante la competencia exterior. También se produjo un incremento de las inversiones públicas en infraestructuras entre las que se encontraban las relativas a los fastos del 92, Olimpiadas de Barcelona y Exposición Universal de Sevilla. Se produjo un tirón del consumo motivado por un efecto enriquecimiento provocado por la subida de la Bolsa y del valor de los inmuebles. Con esto, España aceleró el crecimiento de su PIB, redujo la deuda pública, redujo la tasa de desempleo del 24,4% al 15% en 3 años y redujo la inflación por debajo del 3%.
Los retos más importantes para la economía española comprendían la reducción del déficit público, una mayor reducción de la tasa de desempleo, la reforma de las leyes laborales, la reducción de la inflación, aumento del rendimiento y la productividad y el aumento del PIB per cápita.
[editar]Tratado de Maastricht
Después del gran crecimiento experimentado a finales de los años 1980, la economía española entró en recesión a mediados de 1992. Desde 1992 la política económica estuvo marcada por el Tratado de la Unión Europea (TUE), conocido también como Tratado de Maastricht, dirigido a la instauración del euro como moneda común de la Unión Europea. Las principales medidas suponían el control de la inflación y del déficit público establecidas en el Pacto de estabilidad y crecimiento, lo que debía permitir la convergencia económica necesaria entre los países de la UE para la implantación del euro.
[editar]La fase expansiva (1994-2007): la entrada del euro
La economía de España comenzó su recuperación a partir de 1995, trayendo una fase expansiva que ha llegado hasta principios de 2008, con un incremento medio anual del PIB del 3,5%, lo que ha constituido el periodo de crecimiento más alto desde la entrada de la democracia en 1975. Las razones que impulsaron este prolongado periodo de auge económico fueron básicamente dos:
en primer lugar, la incorporación de España a la Unión Monetaria. La entrada en vigor de la segunda fase de la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea en 1994 propició una caída de los tipos de interés, que se acentuó a partir de la instauración del euro como moneda oficial en sustitución de la peseta que dejó de circular en 2002. La bajada de los tipos y la ausencia de riesgo de tipo de cambio dentro de la zona euro llegó a provocar la existencia de tipos de interés reales negativos y alentó un aumento de la confianza de los inversores y un fuerte aumento del crédito, que conllevó el aumento de la demanda de viviendas y de bienes de consumo duradero y posteriormente el aumento de la inversión y el empleo de las empresas favorecidos por esa mayor demanda. Esta bajada de los tipos de interés trajo también el nacimiento de la denominada burbuja inmobiliaria, que infló el precio de las viviendas con subidas durante este periodo de más de un 30% en términos reales.13
La segunda causa de la expansión vivida por España fue una llegada masiva de emigrantes, fundamentalmente a partir del año 2002, atraídos por una creciente demanda de empleo en el sector de la construcción y de algunos servicios básicos de bajo nivel añadido como la hostelería y el servicio doméstico. Esta llegada provocó un nuevo impulso al consumo y a la inversión española y a la vez impidió el estrangulamiento por falta de mano de obra en determinados sectores.13
Estos factores mencionados fueron capaces de vencer un periodo internacional caracterizado por la alza de los precios de la energía y de otras materias primas así como por el desarrollo de una competencia internacional creciente. A finales de 2007 se ponía de manifiesto en la economía de España, problemas típicos de un exceso de la demanda global con una inflación arrastrada superior en un punto a la de la zona euro, una burbuja inmobiliaria muy hinchada y un amplio déficit de la balanza por cuenta corriente, que llegó a ser el segundo más elevado del mundo, tras el de Estados Unidos, provocado por el aumento muy fuerte de la inversión en España que se tradujo en un elevado endeudamiento exterior, también se llegó a este año con una economía muy desequilibrada hacia el sector de la construcción y poco eficiente con una productividad muy deteriorada que en su conjunto hacían insostenible el mantenimiento de las tasas de crecimiento llevadas hasta ese año.
Los desequilibrios mencionados se vieron también favorecidos por una política monetaria fijada de forma centralizada por el Banco Central Europeo que mantuvo unos tipos de interés, marcados en buena medida por la situación de Alemania y que eran demasiado bajos para la situación de la economía de España. La política fiscal fue estabilizadora contraria al ciclo con presupuestos equilibrados y algún superávit que disminuyeron la deuda pública hasta colocarla en un 37% del PIB. Sin embargo no se corrigieron la política del suelo, los incentivos fiscales a la vivienda ni las políticas de aumento de la productividad.13
La devaluación de la peseta a lo largo de los años 1990 hizo más competitivas las exportaciones, pero la fuerza del euro desde su adopción (a principios de 2008, un euro se ha llegado a cambiar por 1,50 dólares estadounidenses) plantea dudas sobre si los precios de las exportaciones son demasiado altos para los compradores extranjeros. Sin embargo, esto se ha visto compensado por la facilidad del comercio entre los países de la zona euro y las nuevas relaciones de España con Iberoamérica y Asia.[cita requerida]
2008–2010: Los efectos de la crisis económica global
Crecimento medio anual del PIB en España durante la última década, los datos han sido tomados de las publicaciones del INE.
Artículo principal: Crisis económica española de 2008
Desde la crisis de principios de los 90, la economía española ha recorrido un largo período de crecimiento, constituyéndose una larga etapa expansiva, sin embargo a partir del año 2008 al igual que la zona Euro, la economía española sufre una caída de sus índices macroeconómicos, dando paso a un período de recesión que según el Gobierno y otras instituciones se estima durará hasta el año 2011 durante el cual se prevé de nuevo una tasa de crecimiento del PIB positiva.
El origen de esta caída es una combinación de problemas estructuras propios de la economía española y también por la fuerte influencia externa de la crisis mundial de liquidez. En la parte doméstica destacan principalmente el exagerado peso del sector de la construcción en el PIB y la burbuja inmobiliaria que explota finalmente entre el año 2007 y 2008, y la baja productividad y competitividad española debido en gran medida al limitado I+D+i y relativamente bajo uso de tecnología de punta en comparación con otros países avanzados.
Esta etapa fue originada principalmente por la contención de crédito bancario provocada por la crisis subprimeen EEUU, las subidas del tipo de interés y el alza en los precios del petróleo y materias primas, que en España acaban por convertir una ralentización del sector de la construcción en una grave crisis por la rapidez con la se producen estos cambios.
Por otra parte esta crisis desencadenaría la crisis financiera de 2008 que según muchos autores sería la primera crisis económica global (algunos autores consideran que lo fue el llamado Efecto Tequila en los años 90) y que se califica de manera prácticamente unánime como la crisis económica más grave desde la segunda guerra mundial.
En España el sector financiero resiste en general mejor a la situación del mercado gracias a la excelente regulación del sector financiero español, (menos neoliberal que en otros países) que lleva a una menor exposición a los activos toxicos derivados de las hipotecas subprime. Debido a dos crisis bancarias desde los años 80, el Banco de España obligó a acumular colchones de capital durante el auge, con lo cual no ha habido una gran ayuda gubernamental.14 Sin embargo, la población sufre duramente los efectos de la crisis, ya que España es uno de los países con mayor número de hipotecas, las cuales en España se referencian casi en exclusiva a tipos variables basados en el Euribor, el cual se dispara a consecuencia de la crisis de liquidez en el mercado interbancario.
En el segundo trimestre de 2009, el PIB tuvo el mayor retroceso - una variación anual del 4,2% - desde que el Instituto Nacional de Estadística comenzó a compilar el indicador en 1970; el tercer trimestre es además el quinto trimestre consecutivo de descenso económico.
Con especial dureza la crisis en España se manifiesta, entre otras cosas, con una tasa de paro del 20,05% en el primer trimestre de 2010 según los datos del INE. Esto contrasta con el conjunto de la UE-27, en el cual el desempleo también se incrementó hasta el 9,6%, la mayor tasa desde el comienzo de la serie histórica en enero de 2000. Dañado el motor de la economía antes de la crisis, el sector de la construcción, y una fuerte acumulación de deuda, se hace patente la debilidad estructural del modelo económico español de los últimos años. No obstante, se prevé que España muestre un progresivo proceso de crecimiento en todos los sectores, una recuperación particularmente lenta y difícil, que consolidando las fortalezas internas, como son un sector financiero eficiente y un empresariado que sabe conquistar mercados, pueda interactuar adecuadamente con las grandes competencias globales.
[editar]Medidas contra la crisis económica
Dada la envergadura histórica de esta crisis económica y su naturaleza global ha sido necesario un amplio catálogo de medidas para combatirla. Algunas de las medidas más importantes se exponen a continuación.
El Gobierno ha presentado el Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo (PlanE) que engloba todas las medidas económicas, financieras y fiscales que el Ejecutivo aplicará para recuperar la senda de crecimiento y creación de empleo.
El Plan se basa en cuatro grandes ejes de actuación: medidas de apoyo a familias y empresas, medidas de fomento del empleo, medidas de apoyo al sistema financiero, y medidas de modernización de la economía.
El gobierno anunciaba recortes fiscales y nuevos gastos por valor de 21.000 millones de €, un 2% del Producto Interior Bruto, en 2008 y 31.280 millones de €, un 3% del PIB, en 2009. No obstante, a los inversores les preocupa el ritmo alarmante de deterioro de las cuentas del país; en enero del 2009, la calificación de la deuda soberana de España fue rebajada por la agencia internacional Standard & Poor's. En el año 2008 la deuda del sector público rondaba el 36% del PIB, cifra menor a la media de la eurozona, pero a lo largo del año 2009 el déficit público se ha incrementado en un 11,4%.15 Las principales causas son la pronunciada caída del PIB, la igualmente pronunciada subida del paro y la fuerte inversión en programas de ayudas como las contenidas en el PlanE. A raíz de esta situación en enero del 2010 el Gobierno aprueba un plan de austeridad por 50.000 millones de € para volver al límite del 3% de déficit público en el 2013.
José Luis Rodríguez Zapatero anuncia tras el último Consejo de Ministros del 2009 que el Gobierno prevé que en 2010 continuará el paro "aunque se moderará la caída del empleo" para que, al final del año, empiece "con dificultades la lenta recuperación, pero recuperación".16
A finales de enero del 2010 el Gobierno anuncia además un aumento progresivo de la edad de jubilación hasta los 67 años. La medida genera un fuerte rechazo de los sindicatos, pero cuenta con el apoyo de la CEOE, Comisión Europea y el Banco de España. Junto con esta medida se anuncia la posibilidad de aumentar la edad mínima de las prejubilaciones a los 58 años de edad. Por otra parte, está pendiente un acuerdo entre los agentes sociales para una reforma laboral que será una de las medidas clave en la lucha contra la crisis económica.
El año 2010 continuará con políticas de ayudas y la ejecución de las medidas previstas en la ley estrella del Gobierno en materia económica, la Ley de Economía Sostenible, lo que se refleja, por ejemplo en la puesta en marcha el Fondo de Economía Sostenible, dotado con 20.000 millones de euros para 2010-2011 y que abarca la financiación de infraestructuras y energía, un fondo de capital riesgo, un programa de cofinanciación directa de proyectos entre el ICO y las entidades financieras y una línea de mediación para autónomos, microempresas, PYMEs y grandes empresas. No obstante, estas previsiones iniciales se verán probablemente fuertemente afectadas por el plan de austeridad.
Véanse también: Crisis de la deuda soberana europea, Crisis económica de 2008-2011 y Pacto del Euro
[editar]Cuestiones actuales
[editar]Creciente disminución de los fondos de la Unión Europea
Las aportaciones de capital de la UE, que contribuyeron significativamente al fortalecimiento económico español desde la incorporación a la CEE, decrecen considerablemente en los últimos años, debido a la estandarización económica respecto a los demás países y a los efectos de la ampliación de la Unión. Por una parte, los fondos agrícolas de la Política agrícola común de la Unión Europea (PAC) se reparten entre más países (los países incorporados del este de Europa tienen un sector agrícola significativo), por otra, los fondos de cohesión y estructurales han disminuido inevitablemente debido al éxito económico español (ya que su renta ha progresado fuertemente en términos absolutos) y en razón que la incorporación de países de menor desarrollo hace disminuir la media de renta per cápita (o PIB per cápita), de modo tal que regiones españolas de menor desarrollo relativo han pasado a estar en la media europea o incluso encima de ella. España progresivamente pasa a ser aportante neto de fondos para las regiones menos avanzadas de la Unión.
[editar]Debilidades de la economía española
El modelo económico español viene arrastrando desde hace años una productividad relativamente baja en comparación con las economías más avanzadas del mundo y por tanto una competitividad global disminuida, tal como se ha reconocido en el Programa Nacional de Reformas.
Las causas son variopintas, pero se pueden destacar factores como un sector de la construcción con un peso excesivo sobre el PIB (se trata de un sector de baja productividad y capacidad de innovación), una tendencia histórica a suplir la inversión en capital con bajos costes laborales (inmigración, precariedad laboral, etc.), poca relación entre la universidad y la empresa y una todavía insuficiente tasa de inversión de I+D+i.17
La actual crisis económica está forzando una corrección progresiva de estos problemas, desde los mismos agentes económicos más que desde una actitud gubernamental. Así la brusca disminución de la actividad en el sector de la construcción residencial y los ajustes de plantilla en muchas empresas, están obligando a un aumento de las tasas de productividad especialmente en medianas y pequeñas empresas y a una apremiante exigencia de mayor inversión en I+D+i como medio de sobrevivencia en los mercados globales.
[editar]Fortalezas de la economía española
No obstante la crisis también ha evidenciado algunas de las fortalezas de la economía española como lo es un sector financiero robusto que en general ha mostrado una solidez notable en el contexto de la crisis subprime, así como la expansión de las empresas españolas en todo el mundo, especialmente en América Latina y Asia.
Por otra parte España, a pesar de una posición general deficiente en materia de I+D+i, cuenta con una importante posición en varios terrenos de innovación concretos como son lasenergías renovables, la bio-tecnología, el transporte y las pequeñas y medianas industrias tecnológicas, que deberán consolidarse como fortalezas sobre las cuales establecer la recuperación de la crisis y modificar las bases del modelo económico.
[editar]Las exportaciones crecen en forma sostenida
Con un crecimiento del 17,4% y 185.799 millones de euros en ventas, el sector exportador ha recuperado los niveles previos a la crisis, según los datos publicados por el Ministerio de Industria. Con una contribución del 1,1% al Producto Interior Bruto (PIB), ha aportado estabilidad a la economía española. La mejora de las exportaciones incluidos paises emergentes, ha permitido que el déficit comercial no se incremente por causa de la subida mundial de los precios de la energía. En el año 2011, España se situa entre los países con mayor crecimiento global de las exportaciones, segun previsiones de la OCDE. La institución internacional sitúa a España en el quinto lugar en el ránking, con una estimación de exportaciones de bienes y servicios del 9,9%. España se coloca muy cerca de Alemania y Eslovaquia, que aumentarán sus ventas al exterior un 10,4%. 18 19 20
Véanse también: Energías renovables en España y Desempleo en España
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